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miércoles, 21 de marzo de 2012

Texto “Ética y economía de mercado” resuelto.

Texto “Ética y economía de mercado” resuelto.

  1. Breve resumen del texto propuesto.

En el siguiente texto se realiza un análisis con el fin de proponer un modelo de economía que parta de la competitividad para ofrecer a todos los ciudadanos los mismos recursos y oportunidades. Según esta propuesta, los beneficios económicos que presenta la economía actual deberían ser repartidos de una forma más equitativa, de modo que pusiera fin a las desigualdades que perjudican a los países menos desarrollados. Para ello sería necesario aplicar una visión ética a un modelo económico, apoyado por los organismos internacionales, en el que el objetivo es la producción de beneficios según intereses particulares, que excluyen a los más desfavorecidos.


  1. Comente los aspectos más sobresalientes del texto: tipo, estructura, ideas fundamentales, recursos lingüísticos y estilísticos empleados.

Este es un texto de tipo humanístico en el que se analizan las carencias del modelo económico neoclásico, en el que propiedad privada que marca la eficiencia de los mercado, tendencia que ha producido evidentes desigualdades en la sociedad actual, creando así, dos bloques: los países desarrollados y los no desarrollados. Partiendo del concepto de la competitividad, factor clave para dinamizar las estructuras económicas que sostienen nuestra sociedad, el autor propone una revisión ética de este mecanismo, con el fin de equilibrar un reparto de riquezas que no excluya las necesidades de ningún ser humano.
Nos encontramos ante un texto expositivo-argumentativo, en el que el autor parte de la idea de que la competitividad es necesaria para producir una tasa de crecimiento económico, aunque ello no exima a este mundo capitalista de cubrir las necesidades básicas de todos los ciudadanos.
La idea principal en torno a la que se articula el texto se encuentra en el primer párrafo. Por lo tanto, este texto presenta una estructura deductiva en la que se parte de la oposición entre el beneficio económico que genera la economía entendida de un modo capitalista y las necesidades de parte de los ciudadanos que participan en este gran entramado, sin ver cubiertos los servicios básicos. Presenta una argumentación de hecho y es que el crecimiento de las economías es algo patente. No se opone a ello, sino que mantiene que debe de realizarse una revisión del sistema para impedir que ningún ciudadano quede al margen.
En el segundo párrafo se contrasta esta teoría con la práctica que se produce en el mundo actual. Comienza con la locución conjuntiva “sin embargo” con la que muestra la falta de ética de un sistema que no ha utilizado “mecanismos compensatorios” para impedir que los beneficiarios de las riquezas sean los países desarrollados, que dejan a un lado a los no desarrollados en los que aumentos el número de excluidos. De nuevo un argumento de hecho, la mala distribución de los beneficios del sistema capitalista pone de manifiesto el mal funcionamiento o ineficacia de un sistema en el que la responsabilidad moral ha sido olvidada. Resalta dentro del párrafo la oposición entre ricos y pobres, con la que se intenta explicar, empleando locuciones conjuntivas de tipo explicativo como “esto es”, “en otras palabras”, que el mal reparto económico es una muestra de un sistema en el que el beneficio es el único objetivo, ya que los ciudadanos son absorbidos por los engranajes de este sistema productivo que no tiene en cuenta sus necesidades.
En el tercer párrafo presenta, una vez que ya ha desarrollado la base de su teoría introducida por el conector “desde esta perspectiva”, las causas de este funcionamiento, que son las políticas económicas basadas únicamente en el materialismo y que se fomentan desde los mecanismos de poder entre los que se encuentra el Banco Mundial y el FMI.
El emisor del texto es un autor que conoce profundamente el funcionamiento de la economía capitalista con la que no está del todo de acuerdo. No realiza una crítica que niegue la competitividad o el libre mercado, la piedra angular del neoclasicismo económico, sino que previene de que la falta de revisión de esta libertad que tiene el poder económico para imponer las normas está perjudicando profundamente a una gran parte de la población. Presenta al lector una crítica velada del funcionamiento de un mundo que él mismo conoce, pero que acata sabiéndose parte del conjunto de los países desarrollados. Sin embargo, el autor tiene la necesidad de dejar patentes las pautas de funcionamiento de una economía que le desagrada, porque está sustentada en la inmoralidad y la injusticia. Para ello, utiliza un registro en el que destaca la corrección idiomática y la cantidad de términos utilizados que en algunos casos “capitalismo”, “modelo económico neoclásico” remiten a teorías económicas y políticas que fundamenten la ideología de nuestra sociedad.
Predomina la función referencial, puesto que el autor no presenta este análisis desde un punto de vista personal. Cambia la posibilidad de hacer patente su subjetividad por la incorporación de su sistema de ideas dentro de un marco ético que reordene los principios de la economía. Para él el funcionamiento puramente económico de las ciencias, la racionalidad o los mecanismos contienen una connotación negativa o abocada a un materialismo que se opone a lo ético, y que a su vez posee una connotación relacionada con el progreso y la construcción de una sociedad deseable y justa.
En el plano lingüístico, el texto presenta rasgos característicos de un texto humanístico dada la abundancia de sustantivos de tipo abstracto como “competitividad”, “alcance”, “igualdad” o construidos a partir de artículo neutro como “los más ricos”, “los más pobres”. Estos sustantivos aparecen acompañados de adjetivos calificativos de tipo clasificador y con función especificativa como “compensatorios”, “moderna” o “económicos”. La utilización del adjetivo explicativo o antepuesto tiene especial importancia en el sintagma “significativo crecimiento económico”, en el que “significativo” aporta una valoración subjetiva, ya que el crecimiento que es un proceso que se puede comprobar de una manera científica (no olvidemos que la economía es una ciencia), pero para el autor este crecimiento revela la existencia de una gran cantidad de bienes materiales que no se traducen en servicios para el ciudadano.
En este texto la subjetividad queda implícita en el sistema ético en el que el autor ordena todos los conceptos económicos del neoclasicismo. Para ello, se sirve de campos semánticos como el de los procesos económicos (mercado, tasas de crecimiento, capitalismo) que utiliza para describir el funcionamiento económico que está en la base de la división entre los países que nombra a partir de oposiciones (riqueza-pobreza, desarrollados-no desarrollados). Esto provoca gran número de personas que quedan fuera del sistema que son los “excluidos” y que padecen “hambre” en un mundo que produce cada vez más bienes, lo que hace que estos procesos económicos fomenten la “desigualdad”. Estas tres palabras (“excluidos”, “hambre” y “desigualdad”) connotan un tratamiento ético del funcionamiento capitalista de la sociedad, ya que se refieren a carencias que sufren los “ciudadanos” y que están en disonancia con los derechos universales del ser humano.
Por lo tanto, en el plano morfo-semántico destaca la utilización de sustantivos abstractos referidos a conceptos con el fin de ordenar los procesos económicos y la consideración ética de los mismos, que producen una dicotomía entre ricos y pobres, que tiene como consecuencia la desigualdad. De este modo, lo económico se opone a lo ético en sus sistema de valores, produciendo un sistema social ineficaz en el respeto al ser humano y eficaz en la producción de riqueza que se concentra en pocas manos.
Predominan las construcciones copulativas y el empleo de los verbos existir y haber, así como la utilización de la pasiva refleja todas ellas referidas a una tercera persona con la que se pretende dar un enfoque objetivo al texto humanístico, partiendo del análisis de los procesos económicos. Esta es la causa de que haya verbos referidos a procesos mentales (“se observa”, “se podría pensar”) o a descripciones ser, existir, haber con las que el autor construye los fundamentos de su exposición. Los verbos están en presente de indicativo, puesto que con ellos se enuncian ideas o se describe la realidad económica actual. Es notable la utilización de perífrasis “puedan percibir”, “debe ser censurada” con las que enuncia las ideas éticas que deben aplicarse al sistema económico que está en funcionamiento, así como el empleo del condicional “se podría pensar” en el último párrafo en el que marca la división entre sus ideas y la realidad un mundo guiado por leyes capitalistas.
Este texto presenta las características de un texto humanístico en el que se revisa desde un punto de vista ético el funcionamiento de la economía capitalista.
  1. Redacte una opinión personal.
El texto que ha sido elegido para el examen propone una interesante visión de lo ético frente a la economía capitalista, que se ampara en el consumismo que aprendemos desde nuestra más tierna infancia solo por pertenecer al mundo desarrollado.
Esta ideología mercantilista no solo es algo que nos rodea y que dicta las normas de nuestros gobiernos y por lo tanto las nuestras, sino que ha conseguido borrar de nuestra mente cualquier sentimiento de culpa hacia las personas que quedan fuera de esta sistema económico, es decir, las que no pueden formar parte de ese sistema que utiliza al ser humano como un medio para producir una riqueza, que finalmente queda en las manos de unos cuantos.
Como medio somos utilizamos y como medio quedamos, porque nos encontramos en el medio de un sistema social, la famosa clase media que evidencia la riqueza del país, que con la crisis que en este momento vivimos ha demostrado su incapacidad para producir continuamente y aumentar las riquezas. Así lo que antes eran servicios básicos, que nos llegaban por estar en el dentro del sistema productivo, se van convirtiendo poco a poco en algo marginal que se va negando a la población que antes de ayer movía con su trabajo el mecanismo de un tejido empresarial, y que hoy, debilitado, le expulsa y le niega unos derechos, cuyos costes considera un desperdicio.
Los excluidos no son solo los que se encuentran en los países menos desarrollados, puesto que actualmente, los que antiguamente fuimos privilegiados comenzamos a ser testigos de un proceso de involución no solo económica, sino también de derechos y valores que durante los años de bienestar se consiguieron.
Analizado el panorama actual, creo que hay una cuestión que queda en el aire y que el autor del texto tampoco ha desarrollado: ¿Cuál es le papel de este gobierno elegido de una forma democrática y que tiene el deber de representarnos a todos? ¿Por qué no se critica abiertamente su falta de compromiso con el ciudadano que le ha otorga el poder?

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